Mi primera travesía a Ibiza con la familia fue una
experiencia inolvidable, Salimos de Alcossebre y hicimos noche en Columbretes a
la madrugada cuando el mar está más en calma zarpamos, hacia Ibiza. Fueron 11 o
12 horas de travesía muy tranquila aunque con un poco de nerviosismo por mi
parte pues era la primera vez que hacía la travesía hacia las islas con mi hijo
de 8 años.
Este año la
perspectiva es diferente Adrian ya tiene 9 años y al ser la segunda vez lo está
disfrutando mas.
Desde el mar todo parece más pequeño y las distancias más
lejanas.
Esta vez hemos ido directos a la bahía de San Antonio, la sorpresa
vino cuando llegábamos que hicimos la gran pesca, fue lo suficiente para comer
pescado los tres días siguientes.
La sensación de paz y tranquilidad y la libertad total
que proporciona la vida en el mar es una sensación muy agradable.
Los
atardeceres espectaculares, el anochecer una paz total, fondeados en alguna
cala y tumbados en cubierta totalmente a oscuras viendo estrellas, el cielo
estaba plagado ellas.
En alguna cala, bajamos, a pasear y por la noche de
tertulia con una copita y un poco de música antes de bajar a dormir era de lo
mas relajante.
Levantarte a primera hora de la mañana y antes de
desayunar darte el primer baño del día antes de que nadie hubiera llegado a la
cala, te da una energía insuperable. Después un buen almuerzo y a navegar hasta
la siguiente cala.